Ante un colegio fantasma y con
las puertas abiertas de par en par, pero sin un solo ladrillo puesto, los padres y las madres de los niños afectados en el barrio
Arroyo Culebro han decidido ponerse
manos a la obra. El lunes tendrán una reunión (
en el local de la Asociación de Vecinos) para tratar el asunto y consensuar la postura que posteriormente llevarán ante el
concejal de Educación,
Alarico Rubio (IU).
El concejal se reunirá con los padres, el alcalde,
Rafael Gómez Montoya (
PSOE) ha prometido que va a hacer todo lo que pueda ante la
Comunidad de Madrid para agilizar su construcción, y para quitar la
amenazante antena, y el concejal "independiente",
Carlos Delgado (
ULEG), hará una pregunta sobre el colegio
Ángel González en el próximo pleno del ayuntamiento. Y el
PP de Leganés, con el
sr. Gómez, don
Jesús, a la cabeza, de momento
comunica... sobre este asunto.
Mientras la clase política toma posiciones, las cosas de momento están como siguen: tendrá que haber una nueva
licitación, porque los adjudicatarios originarios han renunciado.
¿Qué significa esto? Pues un mínimo de
5 meses entre convocatoria, puja y nueva adjudicación.
¿Cuánto tiempo para construir el colegio? Pues, echen cuentas, es más que probable que para el curso que viene, el colegio no esté en activo todavía. Con suerte,
con mucha suerte, se encontrará en la fase final de construcción. Esto significa que el problema se multiplica, porque si ahora son unos
70 los niños afectados, la mayoría de
3 años e incluso los hay de
2, al año que viene vendrán empujando
otros tantos al tener
Arroyo Culebro uno de los índices más alto de natalidad, no sólo de
Leganés, sino de toda
Comunidad de Madrid. El próximo curso habrá
205 niños nuevos en el barrio para escolarizar.
La situación ahora es
surrealista. Los niños tienen que ir y volver al colegio en un autobús a unos
5 kilómetros a un
colegio prestado y, aparte del perjuicio para los pequeños y sus padres, les limita la posibilidad de realizar actividades extraescolares. En fin, un panorama nada alentador. Esto ocurre por empezar los barrios por el tejado. ¡Venga vender pisos!, ¡ y chalés! y luego, el equipamiento urbano y asistencial ya llegará...
El colegio es algo nuevo, pero ¿y
el centro de salud? Un barrio con casi
10.000 habitantes y sin un consultorio propio. Ahora, sus vecinos tienen que desplazarse a un centro de salud
prestado a unos
5 kilómetros, con una pésima combinación de transporte público. Tienes la alternativa, muy saludable, de ir andando, claro que para ello necesitas disponer de unos 40 minutos. Creo que ninguna otra zona, no sólo de
Leganés, sino de
Madrid hubiese aguantado tanto, casi 4 años esperando la construcción de un centro de salud y lo que es peor, de momento sin señales de vida. La única explicación a esta pasividad puede estar en la baja edad media del grupo de población y, como tal, mucho menos proclive a recurrir a la asistencia médica, de momento.
Alguien, ajeno a todo esto, podría decir, "pero ¿qué le ha hecho este barrio a la
Comunidad de Madrid para ser
ninguneado de esta forma?". Y la primera respuesta que se le puede venir a la cabeza es que está siendo castigado por su
tendencia política contraria. Y aquí llega la paradoja. Se han celebrado
3 convocatorias electorales en la vida del barrio. Salvo en las generales, en las que se impuso el
PSOE por la mínima, en las municipales y en las autonómicas dominaron los mismos que gobiernan en la
Comunidad de Madrid. (Veáse en el siguiente cuadro el número de votos obtenidos por cada formación en el barrio de
Arroyo Culebro).
¿Qué razones habrá entonces? Espero algún día poder compartirlas con ustedes, o al menos, que alguien nos las cuente. De momento, el que comunico ahora y en esto, soy yo...