No, no se asusten. Por mucho que les sugiera el titular, no les vengo a hablar de Legatec, Legacom o Legatostón... Eso ya se lo conté hace dos largos años. Llegarán, cambiarán el nombre, cambiarán los hombres, darán la vuelta al calcetín, vendrán otros, pero seguiremos con los mismos zapatos y zapateando...
Lo que les traigo hoy es más liviano, pero igual de triste, porque demuestra el desconocimiento, por acción u omisión de lo que nos rodea. Resulta que el pasado 12 de septiembre comenzaba el curso escolar en toda la Comunidad de Madrid y, por supuesto, también en Leganés. Y desde fuentes municipales, se descolgaban con un comunicado titulado "Comienza el curso en Leganés para 22.000 alumnos con dos nuevas escuelas infantiles y un nuevo centro bilingüe". (Pueden verlo aquí). El antetítulo "La Comunidad de Madrid y diferentes concejalías colaboran en las actividades". Hasta aquí poco novedoso, tan solo un dato estadístico, que 1 de cada 8 leganenses está en edad de escolarización y otro menos estadístico, pero igual de fiable, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid trabajan y se desviven ahora por servir a los vecinos. No hay que avanzar mucho para encontrar un nuevo ejemplo de esa comunión. En el tercer párrafo del comunicado se loa a la Comunidad de esta forma tan explícita como imperfecta.
Por su parte, la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid ha llevado a cabo una ampliación del Colegio Ángel González, en el barrio de Arroyo Culebro, en el que se ha levantado un nuevo edificio de tres plantas y se han construido un gimnasio y un comedor. En este mismo barrio se pondrá ya en marcha, muy probablemente en el mes de octubre, una nueva Escuela Infantil denominada ’La Comba’.
Dejemos de lado lo de la escuela infantil, ahora "
La Comba"???, que por cambiar de nombre parece otra, como si quisiesen hacernos olvidar que lleva 2 años de retraso en su funcionamiento y que le han puesto fecha a su apertura tantas veces, como retrasos
(ahora "probablemente" en el mes de octubre). Pero centremos nuestra mirada en el
Colegio Ángel González, el
colegio interminable. Jamás una nota fue
tan imprecisa e inexacta, parece una broma de mal gusto, un párrafo hecho con un profundo desconocimiento del asunto. El único atenuante en tanta imprecisión del escribidor puede tener su origen en haber empleado el cada vez más habitual
copy and paste de una nota de la consejería, atenuaría su largo y profundo viaje a la inopia, aunque agravaría mucho su nula diligencia. Eso o que su nivel de propaganda, en otros tiempos tan denostada por los que ahora mandan, llegue a la categoría de publicidad engañosa, donde el lenguaje usado corroe la mente más lúcida hasta hacernos creer lo que no es. ¿Qué debemos entender por "llevar a cabo", "levantar", "construir", "ampliar"...?
Dice la nota que la Comunidad "
ha llevado a cabo una ampliación del Colegio Ángel González", cuando debiera decir que
se está llevando a cabo. Una cosa es una acción pasada y otra aquella que se eterniza hacia un futuro casi infinito, tanto que la convivencia entre niños y obreros es algo tan habitual y que el día que falte este binomio se echarán de menos unos a otros, porque forma ya parte de su hábitat, es más, siempre pensarán que uno va al
cole con esos señores tan trabajadores, pintando asado, los
niños culebreros dibujan los colegios con obreros, grúas, camiones, barro, polvo... Sólo la profesionalidad y el buen hacer del personal educativo y sus auxiliares hacen que los pequeños lleven el día más llevadero y a la vez aprenden que en el cole hay algo más que obras interminables.
Dice la nota que "
se ha levantado un nuevo edificio de tres plantas" y que "
se han construido un gimnasio y un comedor". Aquí si que han vendido la piel antes de cazar al oso. Al edificio de tres plantas le faltaban hasta hace un par de días las ventanas, porque crecer ha crecido, pero desarrollarse es otra cosa... El gimnasio marcha despacio, sin prisa y con más pausa de la deseada. Nos ha salido perezoso. Vamos que... va para rato. Tanto que el Ampa ya ha comunicado que en el primer trimestre, y me temo que en el segundo y ya veremos en el tercero, no se van a poder realizar las actividades extraescolares que se tenían pensadas, por
motivos más que justificados de seguridad y espacio. Es decir, lo que en la nota oficial era todo loas, en la práctica es una ignominia.
Y qué decir del comedor, ¡ay el comedor! Eso es para nota alta. No está hecho, también
está en construcción. Jamás hubo un comedor como tal y el espacio utilizado, desde hace 2 cursos, es un aula más, con el problema acrecentado exponencialmente, porque el aumento de niños es directamente
proporcional a la negligencia de los responsables de la Consejería de Educación. Tal es el número de niños que hay que hacer 2 grupos, el primero con los pequeños (
3 y 4 años) y un segundo turno para los mayores (
5 y 6 años). El edificio del nuevo comedor no está acabado, al contrario de lo que la nota cuenta.
Conclusión: una cosa es lo que nos dicen y otra lo que hacen. Un colegio que tendría que haber estado para el 2008, que después de muchos retrasos prometieron la
2ª fase acabada para septiembre del 2011 y que en octubre de este año, está como está, con un cuentista que quiere cambiarnos el final del cuento, que ya tuvo mal inicio y que parece que nunca tendrá un final feliz. Puestos a fabular podría haber invertido su tiempo en contarnos que
el uso de casco es obligatorio para los niños y que a l
os obreros se les ve comer donuts y exclamar: ¡anda, la cartera! Hubiese sido
más creíble.