Un martes cualquiera en Leganés
Sí, "Geta" equipo de fútbol de la Primera División española y ahora metido en la Copa de la Uefa. Que no jeta, sinónimo de caradura, de desfachatez. Gómez Montoya no gana para sustos. Hace unas semanas decía, en mi reflexión de un martes cualquiera en Leganés, que podríamos tener alcalde para rato si sabía llevar a su gente, pero también decía que se embalaba cuesta abajo. Pues bien, no sé si se ha empeñado en dejarme mal o es que no tiene remedio y va cuesta abajo y sin frenos. En apenas 15 días, le han salpicado dos historias de las que hacen mella. Dos de esos asuntos que bien tratados pueden controlarse, pero que sin mano izquierda (nunca mejor dicho) y con malos asesores sirven para tirar por tierra todo lo recorrido.
Primero fue el asunto de la cárcel y su reacción, la de su equipo, más propia de otras épocas. Y ahora el viajecito a Holanda para ¿ver? bicicletas y, ya de paso, asistir a un partido de fútbol, precisamente del eterno rival del pueblo al que gobiernas. Obviamente, lo de eterno rival, es deportivamente hablando. El caso es que con estas dos historias, el guión de Montoya en los últimos días parece estar escrito más que por halagadores asesores por enemigos acérrimos. Ya saben el dicho de que amigo es el que te dice la verdad, enemigo el que te adula. Al que añado, el de un servidor, más vale una reprimenda de quien te quiere que un halago del que no lo hace.
Montoya parece que quiere demostrarnos que si no tienes enemigos no eres nadie. Y a fe que lo va a conseguir. En pocos días, ha tenido el dudoso mérito de atraer a su enemistad a la práctica totalidad de la oposición (incluyo oposición en su partido y oposición fuera de él).
Él solito ha sido suficiente para dilapidar los réditos que podría haber logrado con decisiones como la de suprimir la ecotasa. De haber salido en los medios por firmar un convenio con la CAM para la integración de los inmigrantes en Leganés o por invertir más de 1 millón de euros para formar a un grupo de parados, ha pasado a salir por chapuzas, una tras otra. Pues nada, todo esto queda en un segundo plano por su ineficacia, inoperancia y su mal asesoramiento. Lo fácil que hubiese sido explicar lo del viajecito, pues a estas horas en las que escribo un martes cualquiera en Leganés nada de nada. Porque que conste que no creo que haya habido mala intención, lo que hay es torpeza, mucha torpeza.
Torpeza que por cierto aprovechan rápidamente por todos los lados:
-PSOE. No hace falta significar que dentro tiene tantos rivales como fuera.
- IU. Le esperan, sobre todo, las fuerzas dominantes. No perdonan que les cargase con el mochuelo y el sambenito de entregar la alcaldía al PP. Si le ven cerca del precipicio puede que en vez de rescatarle acaben por empujarle.
- PP. Éstos ni están ni se les espera. Mientras se reparten el pueblo en raciones, el concejal "independiente", el solito, se los come (y no está precisamente a dieta, como luego explicaré) a todos. Él no necesita repartir nada, él solo, con su equipo, está haciendo una oposición mucho más meritoria que los 12 apóstoles populares. Es algo que hay que alabar y demuestra su calidad política, su instinto político.
- ULEG. Tienen hambre y no perdonan ni una. Hacen bien, están en su puesto. Su único concejal ha sido bien tratado por Montoya, pero él se debe a los suyos. Sólo necesita sentarse y degustar la carne fresca que le ha servido en bandeja el sr. Gasco (excelente trabajo una vez más). Sólo criticar que este periodista ha pasado en poco tiempo de ser un periodista con anidmaversión hacia el concejal a ser su periodista de cabecera. Pero el apetito tiene estas cosas. Repito lo que he dicho más arriba, esto también es demostrar su valía política: no hay porque desaprovechar una. Está aprendiendo a marchas forzadas.
¿Qué nos deparará Montoya en las próximas horas? Insisto en que no creo que haya mala intención pero sí mucha incompetencia.
Cierro hoy con una cita que viene muy a cuento. Es una frase muy conocida y que pertenece al historiador Plutarco. Una cita famosa y proverbial recogida en su obra "Vidas paralelas". Con ella se refería a Pompeya (rima con Montoya), mujer de Julio César:
“A la mujer de César no le basta con ser honrada, sino que, además, tiene que parecerlo”.
Plutarco (50-120)
(Añadido del miércoles, cuando ya sí hay respuesta oficial a muchos de los interrogantes que nos hacíamos: El Ayuntamiento asegura que el viaje a Holanda del alcalde, Rafael Gómez Montoya, fue personal y que los gastos de los representantes municipales que acudieron allí los costearon de su propio bolsillo. Por tanto, según el consistorio, no han costado ni un solo duro al bolsillo de los vecinos. Me imagino que se referirán a los dos días anteriores a la gestión municipal, los días del partido del Getafe. De cualquier forma esto confirma lo que ya decía: puede que no haya mala intención, pero torpeza, mucha torpeza. Primero por los hechos y después por el remate final: por salir tarde desmintiendo toda la bola de nieve que se ha creado y que ha crecido con el paso de las horas. Tarde y mal. Error de ¿principiante?).