De verano azul a otoño rojo, Montoya centenario

Un martes cualquiera en Leganés

Ahí tienen al equipo, o parte de él, al equipo de gobierno de Leganés. Mañana se cumplen 100 días de su llegada al poder. Fue tras 23 nefastas jornadas de reinado del PP. Fue un breve verano azul, después pasamos a un período estival indefinido y ahora llevamos un pequeño período de otoño rojo.

Algunos no daban ni un céntimo por Gómez Montoya y mañana cumple 100 días como Alcalde de Leganés. Sus principales problemas los tiene dentro de casa, porque no acaba de cerrar viejas heridas entre socialistas de diferentes familias. Pero como ven en la foto, se maneja bien en el pelotón, no es que sea muy escalador, pero tendrá que superar todavía algún repecho. Parece que cuando comienza la cuesta abajo se lanza a por todas...

Como alcalde ha dejado claro que le gustan las fotos (no tanto como a la anterior, breve y nefasta predecesora), pero sí, le gusta posar. Tiene cosas en proyecto, entre ellas, el aumento del carril-bici y si le salen bien puede ser una sorpresa su gestión. Además ha sabido ganarse poco a poco la complicidad del grupo emergente, “los independientes”. Por ahora, es una complicidad oculta, pero bien sabe el líder “independiente” el trato que ha recibido del edil. Él que tanto gusta de explicar todo con tanta transparencia, podría dedicar una líneas a comentar esa relación. Se da la paradoja que cuando muchos de sus seguidores despotrican contra el regidor, su líder mantiene una más que grata relación con él.

Ganado el afecto del grupo “independiente”, también cuenta con el apoyo de IU-Leganés, sus socios, que además están en horas bajas. Si a esto unimos la pobre oposición del PP, quienes todavía no han encontrado su nuevo rumbo, el futuro tiene buena pinta para el criminólogo.

Con este panorama, Gómez Montoya tiene más que ganar que perder. Ha sabido afianzarse y hacerse fuerte. Y ahora va a comenzar de verdad su gestión. Con un suelo muy sólido y pasado los peores momentos, muy mal lo tiene que hacer para que no tengamos Gómez Montoya para tiempo.

Si sabe curar sus heridas internas, podría cabalgar (o pedalear) sobre seguro.

Y como saben que me gusta acabar mis reflexiones de un martes cualquiera en Leganés con una cita, allá va la de esta semana:

"Pero, hombre, si no estoy ciego, tengo vista normal y hábitos normales" .

Lo dijo una de mis debilidades, Salvador Allende (1908-1973)