Trece rosas, trece ejemplos

Hoy se ha presentado una de las películas que más prometen en este final de año: "Las trece rosas". Este film, dirigido por Emilio Martínez Lázaro, narra uno de los hechos históricos más traumáticos de la represión franquista que supuso el fusilamiento de trece mujeres, la mayoría menores de edad, en la madrugada del 5 de agosto de 1939.

La película se estrena el próximo viernes 19 de octubre. Yo estoy deseando verla, aunque sé que es dura. El propio director ha dicho hoy que en varias escenas veía a parte de su equipo con los ojos enrojecidos.

Muy recomendable también el libro de Carlos Fonseca: "Trece rosas rojas: la historia más conmovedora de la Guerra Civil".

Estas mujeres eran todo inocencia, algunas de ellas todavía no habían comenzado a vivir y ya nos dejaron ejemplos de lo que era una vida comprometida. Desde aquí, valga este mi humilde y pequeño homenaje a esas mujeres llenas de coraje. Déjenme que acabe con las palabras de una de esas jóvenes, Julia Conesa. Con tan solo 19 años se despedía de su madre en una carta con estas palabras horas antes de ser fusilada:

"Muero como debe morir una inocente. Adiós, madre querida, adiós para siempre. Tu hija ya jamás te podrá besar ni abrazar. ¡Que mi nombre no se borre de la historia!".

Y acabo citando al poeta argentino José Hernández (El Gaucho Martín Fierro):

"Sepan que olvidar lo malo también es tener memoria".

P.D. Espero que el editorialista de El País, el que hace unos días escribía el editorial sobre el Che, se haya tomado vacaciones esta semana, porque con su afán revisionista podemos encontrarnos con otra sorpresa. Quien les ha visto y quien les ve.