San victorioso y San perdedor

Hoy he comido con el Alcalde. No se asusten, ni se tiren de los pelos, ni digan "ya lo sabía". Estaba a unos 20 metros de él y en otra mesa. Don Rafael estaba con su familia (no, no estaba don Alarico. He dicho con su familia consanguínea, no con su pareja política de hecho). En la barra, había una patrulla de la policía local, el mismo despliegue operativo que necesitaríamos para ser felices en Arroyo Culebro en el colegio Ángel González por la mañanas y cuando los niños entran al colegio.

Mientras el primero de los leganenses, ya afeitado, daba cuenta de un arrocito familiar, a mí me contaban el malestar que hay por Zarzaquemada. Primero porque se han ido de puente y les han dejado toda la maquinaria de reasfaltado en mitad del municipio, con vallas incluidas para evitar que la gente aparque. Debe ser porque es la zona donde más sobran los sitios para aparcar y porque total el puente son "sólo" 3 días. La verdad es que el paisaje es más bien desolador, como pueden comprobar en las fotos, maquinaria pesada en una de las calles más centricas (la foto 3 no tiene desperdicio, 3 máquinas y en medio un coche). Mientras me enseñaban las fotos, intentaba saborear algún entrante, aunque con tanto alquitrán chorreante iba perdiendo el apetito. En la otra mesa, el burgomaestre apuraba el último sorbo a su jarrita de cerveza con limón.

Mientras esperábamos el segundo y con el olor de la hulla en la mente, me han comentado que la gente está que trina por la última moda del Polideportivo Europa. Resulta que ahora les ha dado por cobrar por todo. Si vas a utilizar las pistas de atletismo para darte unas carreras tienes que pasar por caja. Si van un padre con su hijo y una pelota, o alquilan una pista de futbito o no tienen nada que hacer, les echan. Los abuelitos con los nietos son invitados a marcharse porque no pueden jugar.

Mientras saboreo una sabrosa y escasa paletilla de cordero me dicen que eso es nuevo. Casi te cobran por mirar y cualquier día, hasta por pensar. Al parecer, el Presidente de la Asociación de Vecinos de Zarzaquemada está muy enfadado y llamando a todas las puertas para denunciar el abuso. Cuando levanto la cabeza de la paletilla desmenuzada, el Alcalde ha tomado las de Villadiego.

Se imaginan que ni he querido postre, ni siquiera café. Con un par de platos de este estilo, yo he tenido bastante. Y eso que había pensado en tomarme el puente, como los del reasfaltado. Pero con una comida tan productiva, no puedo más que contarlo. Al menos ya puedo decir que he comido con el Alcalde. Ya saben, desde que soy Don Importante.