Traca final o inicio de traca

Rompe la tranquilidad y el calor de una noche agosteña el estruendo de los cohetes. Es la traca final, corta, pero final. No puedo más que esbozar una sonrisa. El tiempo ha hecho su trabajo y ha atenuado en mí el placer de las fiestas. Mientras algunos esperan que nunca se acaben, yo estoy entrando en la etapa de desear que se acaben cuanto antes. Debe ser un síntoma de que algo comienza a evolucionar en mi organismo, cuesta abajo, sin duda acabaré convertido en un cascarrabias aguafiestas.

Con la traca parece ponerse punto final a la tregua política respetada por lo fiestero. Pero creo que ésta se va a alargar hasta el 1 de septiembre. Será entonces cuando comience un curso político apasionante, el último de la legislatura. Sí, ya sé que en teoría nos quedaría otro, pero ése formará ya parte de la interminable y cada vez más prematura precampaña electoral.

Durante la tregua, los contendientes preparan sus estrategias, aunque unos más que otros. Se trata de esbozar las líneas maestras, la hoja de ruta. Y me huele que el PP local tiene preparado algo. Si no, cómo es posible que su plana mayor esté a toda máquina un lunes, 17 de agosto, echando humo en la 3ª Planta de la Plaza de España. Y el humo no es por el vicio de alguno, sobre todo, del sr. Gómez, don Jesús al cigarrillo inseparable e inoportuno. Y no es un lunes cualquiera, es un lunes festivo en Leganés y ellos están allí, ellos y un solitario guarda de seguridad. Confirmo por mi blog, que es el suyo, que tengo una única y triste visita desde el Ayuntamiento ese mismo lunes. Pero compruebo que esa visita ha durado un segundo. Ya saben aquello de que si hay humo, tenemos fuego. ¿Qué tendrán entre manos para no perdonar ni en festivo? ¿Por qué han pasado de soslayo por el blog? Confirmo que no han parado. Puede que estuviesen recaudando ideas, quizás preparándose para su comparecencia ante el Juzgado nº 2 de Leganés. Pero me huelo algo más.

Después, para desentumecer las neuronas, pasaron del deber al placer. Acabaron la jornada festiva, pero laboral, en la caseta del grupo. Allí tenían una cita con sus colegas-camaradas del PP fuenlabreño, con Susana Mozo a la cabeza. A su izquierda, es un decir, en la caseta socialista, alguno de los clásicos, miraba de reojo, y con una sonrisa en la boca, al festejo popular, ajeno a lo que se había cocido durante el día festivo en la 3ª Planta. Porque cocerse se cuece algo. Y huele a algo más que a pinchos morunos a la plancha.

Pero ese plato nos lo servirán cuando se acabe por fin la tregua, todavía le falta una vuelta y vuelta.