Velocidad, tocino y votos de castigo

Compruebo como los vicios de P. J. Ramírez y de su periódico se expanden y se contangian peor que el virus de la gripe de moda. Me refiero a la moda ésa de solicitar el voto hacia un partido político, algo que para algunos es síntoma de higiene democrática y que para otros, como un servidor, es más propio de inmadurez democrática. Por mucho que adjetivemos la higiene con palabras tan gruesas, complejas y supuestamente intachables como democracia, la acción no pasa de se una toma por un partido, de adoptar una línea editorial más propia del adoctrinamiento y de pensar que el cliente, el lector en este caso, es incapaz por sí solo de tomar una decisión tan personal y libre como es ejercer un derecho, éste sí democrático, como es el derecho al voto.

Veo que ese vicio lo ha incubado el periódico de moda de nuestro pueblo, Dleganés, donde no es que tomen partido por alguien, sino que toman partido por no alguien. Desde hoy piden un voto de castigo al partido del Alcalde (PSOE). Algo tan legítimo como ridículo. Solicitar un no voto a un representante local en unas Elecciones europeas es pedirle al elector que haga justo lo que muchos hemos criticados, que vote con el corazón y no con la cabeza, que obvie la razón y se deje guiar por la sinrazón. Si los medios colaboran a ese desquiciamiento, no creo que se pueda justificar su actitud porque ocurre "en las democracias más consolidadas y con mayor tradición es frecuente que los periódicos muestren abiertamente sus preferencias políticas. En Estados Unidos lo hacen como norma saludable desde hace muchos años y nadie se rasga las vestiduras". Que yo sepa, esos, ahora, ejemplares periódicos piden el voto a un candidato que no tiene nada que ver con pedir un no voto a un no candidato. Es como si yo me llevase mal con el vecino del 2º A y por eso, no voto al del 5º B del portal 3 para presidente de la urbanización por ser amigo de mi vecinito. Vamos que es confundir churras con merinas.

Si hay un clamor vecinal en contra de la labor del Alcalde y del Equipo de gobierno que se ejerza ese derecho al voto dentro de 2 años, cuando haya que valorar y, premiar o castigar, a los que tan bien o tan mal lo están haciendo. Y si hay que despedirles se le despide, pero que sea un despido procedente. Pero hacerlo ahora, además de injusto, es inmoral y convertir un ejercicio democrático por el que tanto se ha luchado en este país, en un ejercicio inmaduro e irracional.

Yo por ejemplo, les digo que votaré a IU (vean las razones aquí) y eso no quiere decir que me guste como lo está haciendo en Leganés. Porque puedan dar mucho más de sí y sudar más la camiseta, aunque se me enfade don Alarico. Ahora, ustedes son libres de hacerlo por quiénes consideren oportuno, pero que no nos vendan pollinos. El 7-J se vota a nuestros representantes en el Parlamento europeo y no lo mal que lo está haciendo Montoya. Tener esto en cuenta sí es propio de la higiene democrática, lo demás es todo lo contrario, ensuciar la democracia.