Un martes cualquiera en Leganés
Hoy lo vamos a hacer al revés. Ustedes ven el pleno, lo comentan, lo diseccionan, hablan de lo divino y de lo humano... de lo que dan de sí los dos folios y medio del PP, el buen informe de ULEG y en qué cede el equipo de gobierno. Todo en directo y desde aquí. El Pleno comienza a partir de las 17.00 h. Yo haré de lector y ya les daré mi opinión. ¡Qué ustedes se diviertan! Espero sus opiniones.
Dicen varios anónimos que si se ha reanudado el Pleno después del receso, debo decirles que sí. Ha sido una segunda parte corta, pero intensa.
Primero voy con la noticia. Laura Oliva ha anunciado que el Ayuntamiento impondrá sanciones que abarcarán de los 30.000 a los 60.000 euros a aquellos locales de La Cubierta que incumplan las ordenanzas municipales, ya sea en materia de horarios, de aforo o de licencias. Curioso que hoy diga esto, justo cuando por la mañana el PP ha pedido su dimisión por haber mentido. No hay como apretar un poquito para que funcionen las cosas.
Y despues de esto, le dejo mi opinión sobre el Pleno. Hoy no me ha sorprendido nada, bueno mejor dicho, me ha sorprendido poco. Los presupuestos salieron adelante con el sí del equipo de gobierno y las alegaciones propuestas por la oposición acabaron en la papelera. Ninguno me ha gustado. Ya les avisé hace una semana que el sr. Gómez, don Jesús tenía que echarle mucha imaginación a sus alegaciones. Se lo ha puesto muy fácil a los que gobiernan. Le han recriminado lo que yo les decía. No llegaban a 3 folios sus alegaciones y el sr. García Blázquez las ha tildado de “falta de rigor e improvisación”. El sr. Gómez, don Jesús, le ha pedido que le deje su delegación durante un mes y le “hago unos presupuestos niquelados”. Y digo yo, ¿niquelado?, ¿se emplearía más en este caso que en hacer unas alegaciones raquíticas como las que ha hecho? Me ha recordado a mí cuando me presentaba a un examen mal preparado. Sufría, sudaba, me ponía muy nervioso. Había veces que sonaba la flauta, pero pocas, muy pocas. En fin, que de nuevo, ha empleado más tiempo en defender a la Comunidad de Madrid, en defenderse sobre el caso del presunto espionaje aplicando la política del “y tú más”, como diciendo, yo de lo Mortadelo y Filemón no sé nada, pero ¿recuerdan que un vicepresidente del Gobierno tuvo que dimitir por tal y cual…? Es decir, “y tú más”, administrando la misma medicina que tanto crítica. Hoy el rifirrafe habitual del Alcalde, ha sido con su tocayo de apellido. Los Gómez se han encalabrinado, hasta el punto de que el líder de la oposición ha llegado a decir “esto es una vergüenza”. ¿Les suena?
Hoy no ha sido el concejal “independiente”, Carlos Delgado, quien ha demostrado que tenía mejor preparado sus deberes. Con los pies en el firme, ha hablado de realidades y no de castillos en el aire. Me recordaba a mí, cuando iba a un examen que tenía muy estudiado. Seguro, firme y por muy mal que se me diese, era difícil suspender. Por ponerle una pega, le ha sobrado la cita manida de Abraham Lincoln. Un poco más y la dicen a coro, a mí al menos se me ha escapado. Aquí engañar, ya es difícil que alguien engañe a alguien.
Ya les he dicho en más de una ocasión que mi actor preferido es el concejal Eduardo Jiménez (PP). Una vez más no me ha defraudado. Que pasión le pone a cada una de sus intervenciones, parece como si le fuera todo en cada una de sus palabras. Y eso que hoy le ha tocado defender lo indefendible: votar en contra de una propuesta contra la subida abismal de los transportes en la Comunidad de Madrid, un 13% en un año. Claro, que todo, como sea, por defender a la matriz. Tiene la sangre que le falta a su portavoz.
Y por último, el Alcalde. ¡Ay el Alcalde! Me recuerda a un árbitro de tenis, girando la cabeza a izquierdas y a derechas; lo mejor en estos casos es que la pelota vuele por encima de la red, porque como le toque decidir… Fíjense que para una vez que llegan a un acuerdo todos los grupos, sale y les echa una regañina por perder el tiempo y llevar el problema a pleno. Ha pedido diligencia y ha propuesto que si hacía falta, el ponía hasta los caballos, esperemos que no sean los que le sobran a su coche oficial.