El cabecilla descabezado

Saben que si me muerdo la lengua me enveneno y hoy, antes de caer fulminado, necesito desahogarme. Les decía ayer que cuanto más les veo, más les oigo y más les leo, más conciencia tengo de por qué no soy del PP. Hoy, se ha afianzado mi pensamiento con la intervención del sr. Gómez, don Jesús al defender lo indefendible en la moción de condena de la masacre cometida por Israel hace 10 días…

Es difícil encontrar a alguien en Leganés, ni siquiera dentro de su partido, en Madrid, ni siquiera dentro de sus filas, en España, ni siquiera dentro de sus afiliados, en Europa o en el mundo, capaz de defender o justificar de forma tan contundente la perversa actuación del ejército de Israel. Ha llamado desgracia a lo que es una masacre, ha hecho un cínico ejercicio de equilibrismo al sopesar nueve vidas humanas con un brazo perdido por un soldado israelí. Soldados que, por cierto, según el sr. Gómez, don Jesús, llegaron al barco sin armas.

Se ha negado a hacer hoy lo que el PP hizo unas horas después de los hechos, cuando condenaron de forma “enérgica” la acción. Lo hizo el sr. González Pons, quien dijo que “para nosotros el uso de la fuerza nunca está justificado si no existe proporcionalidad y por lo tanto tenemos que lamentar y mostrar nuestra condena por las muertes producidas y por los daños causados". Si bien es verdad que ha llevado al extremo la consigna del PP de Madrid que hoy también se ha negado a condenar el ataque en la Asamblea de Madrid.

No diré yo que el sr. Gómez, don Jesús, haya perdido la cabeza, pero sí que hoy se ha quedado sin razón. Hemos rascado un poquito en la fina capa de su barniz moderado y hemos encontrado profunda carcoma ideológica incapaz de distinguir una masacre de una desgracia. Le ha salido su ramalazo más cerrado, su profunda e irracional defensa de la maldita Ley del talión. No me extraña que luego sus detractores publiquen un vídeo para sonrojarle, hoy les ha dado munición de sobra. Sería bueno un ejercicio autocrítico, una profunda reflexión porque hoy, en 3 minutos ha tirado por la borda, nunca mejor dicho, el trabajo de mucho tiempo. Ha convertido una larga y provechosa mañana, en la que sus lugartenientes han estado muy bien, en un inicio de tarde empachoso, o al menos a mí me ha dado la comida y me ha costado digerirla. La defensa de los Derechos Humanos debe estar por encima de cualquier consideración, de cualquier pero, con independencia del Estado que lo realice, sea China, Cuba o Israel. Una masacre es una masacre en cualquier país.

Mi único consuelo es que el sr. Gómez, don Jesús, haya improvisado, porque si lo que ha dicho es algo reflexivo es para echarse a temblar. ¿No les parece?