6 de enero de 2009

Carta devuelta por los Reyes Magos

Un martes cualquiera en Leganés
















Hoy, en mis zapatos, colgaba el siguiente mensaje, después de media hoja en blanco:


"Lo sentimos: nosotros traemos regalos, no hacemos milagros".


Y se fueron. Otro año será...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguro que pedías cosas tan imposibles como éstas:
Para Leganés una mejor gestión municipal por parte del actual equipo de gobierno en 2009.
Que Montoya escriba en su blog sin faltas de ortografía.
Que Alarico deje de montar shows en los Plenos y se entere de lo que ocurre en Leganés que afecta a su Delegación.
Que Carlos Delgado pueda hablar en el Pleno sin que Montoya le corte.
Que Raúl Calle deje de trabajar para el ladrillo y ponga multas por indisciplina urbanística.
Que cierre Legacom y La Plaza y la Fundación para el Deporte.
Que los sesenta cargos de confianza vayan todos al paro.
Que con el dinero ahorrado por la supresión de Legacom, la Fundación, los sueldos de los cargos de confianza, y las multas por infracciones urbanísticas y de industrias, se hagan todos los colegios de educación infantil que hacen falta.

Anónimo dijo...

Ni siquiera son capaces los políticos de organizar la Cabalgata de Reyes, que fue una auténtica birria.
¿No dicen que al pueblo hay que darle pan y circo? Pues ni el circo saben montar, para que la gente se divierta un rato.

Anónimo dijo...

Ni con la venida de los Reyes ni con las rebajas más grandes de la historia de las rebajas se va a curar el goteo de parados que a partir de la primavera será un chorro. Los fondos ZP para los ayuntamientos serán como el ungüento amarillo, que para todo valen y nada hacen, porque una remesa así, no consolidada, lo más que hará será dar de comer a 4 durante poco menos de un año. Al año siguiente, al paro de nuevo.

Y entre medias la doctrina García-Blázquez, de subir los impuestos a más del doble del IPC, lo que quiere decir que los que queden con empleo tendrán que dar de comer a los parados y soportar más impuestos. Muy listo, el chico, que piensa subir el superávit de 23 millones de euros a 40 o ya veremos, porque cuando se exprime a la vaca, la vaca cornea, que se lo pregunten a Alarico, el amigo de los toros. Y ya puestos, ¿por qué no fundan otro Legacom y le llaman "Legapravda"? por lo menos el nombre, de entrada, nos saca de dudas. Podría asumir La Plaza y La Plazita y crear alguno más, el "Arriba" estaría bien que lo reflotasen, con la cabecera tuneada según los nuevos gustos, con algún culo y bandera de franja desteñida. Eso todo acompañado de una nube de cuñados, hijos y nietos asesores, para que vayan sumando horas de servicio y después plantear una oposición en cuyo baremo lo que cuente sea lo trabajado en una ciudad en cuyo nombre estén las consonantes LGNS o bien demuestre en su pedigree 3 o más generaciones chupando del Ayuntamiento.

Y si se aburren, que vuelvan a remodelar las Batallas, total, la mula coja se puede vender muchas veces.

Mientras tanto dejaremos que alguien, seguramente Manolo Haydee Santamaría y los partidos de izquierda presentes en el próximo pleno echen un buen chorro de tinta del calamar a cuenta de los muchos leñazos televisados que se están dando en Gaza, a ser posible obviando los antecedentes anteriores a esta guerra de niños-bomba metidos en los autobuses escolares israelitas, que esa carne picada no nos conmueve, tiene que ser palestina musulmana. Nunca he sabido por qué es tan odiado el único país de la tierra en el que las mujeres musulmanas pueden ser electas y lo son, para puestos políticos (Israel).

En fin, una mirada alrededor pretenderá que olvidemos nuestras propias miserias, nuestros propios indigentes amontonados en la calle y la barbaridad de familias que ya no pueden comprar comida. Pero siempre les funciona poner un cuerpo infantil muerto encima de la mesa donde estamos comiendo al medio día, sin importar que a ese niño le hayan colocado como escudo delante de la casa de un jerifalte que manda atar muchas bombas a cuerpecitos igual de pequeños y hace estallar autobuses cargados con otros niños.

Pero mientras nos plantean lo de la carne humana salpicando nuestra pantalla, nos olvidamos de los demás.

Y lo malo no es que sea "muy humano", lo malo es que es una "ley de la propaganda" nada más.