Fueras de juego y varias tarjetas

Hoy, los aficionados de verdad al fútbol me van a entender. No es lo mismo ver un partido por la televisión que verlo in situ. Como ellos dirían, como el campo no hay nada. Uno pierde la amplitud de miras, los detalles, los gestos de los jugadores que no captan las cámaras. Todo eso sin hablar del ambiente, el calor de la grada, los ánimos y las críticas de los presentes.
Hoy me he sentido así. No es lo mismo seguir un pleno por internet. Es frío, mucho más largo y aburrido que de costumbre. Uno se pierde los gestos de reacción, el ambiente, los gestos de complacencia, los de rechazo... Por eso animo a todos los que lo han seguido a que complementen esta humilde crónica con todas las aportaciones que consideren oportunas para acercarnos al in situ. Uno se ha sentido como un león enjaulado.

En el equipo azulón ha faltado mi jugador preferido, estaba entre algodones, pero el concejal Eduardo Jiménez no ha podido llegar a tiempo para el partido. Estaba tocado y al final ha causado baja por enfermedad. Lástima porque el juego del equipo se ha resentido, sobre todo, por el centro (va con segundas). Sin el jugador que mejor toca el balón, el que maneja el centro del campo, el equipo se ha perdido sin referencia. El sr. Gómez, don Jesús, tiene más pinta de defensa que de delantero. Y hoy ha vuelto a notarse. Poco juego de ataque y mucho más firme en el contragolpe, en la defensa. En la defensa de Esperanza Aguirre. Puede que no cobre 2 sueldos, pero al menos 1, el que cobra, el de la Comunidad se lo tiene bien ganado, porque no para de defenderla. Lo del doble sueldo, le ha enfadado y mucho. Se le ha visto en un plano con una cara muy agria y se le ha escapado un "coño". Puede que algo reprochable pero un juego de niños si lo comparamos con el juego ramplón y rozando lo marrullero de alguno de sus concejales. Según parece, y según ha dicho el Alcalde, Rafael Gómez Montoya, uno de ellos, Mario Avilés, ha insultado. Yo al menos no he oído nada a través de la red. Pero el Alcalde le ha amonestado y a punto ha estado de mostrarle la roja y expulsarle.

Carlos Delgado ha perdido la forma. Le he visto más flojo e inactivo de lo que acostumbra. Algo que ya había notado en las últimas semanas. No ha podido entrenarse como a él le hubiese gustado y se le nota. Creo que ha estado muy liado últimamente con asuntos personales. No se preocupen todo muy positivo. Ha tenido el rifirrafe de costumbre con el Alcalde. Algo que ya se está convirtiendo en un fijo de cada pleno. El mandamás le ha advertido de que no le iba a permitir la introducción de “morcillas de mal gusto” y Delgado, una vez más, le ha recriminado por las diferentes varas de medir que porta el primero de los leganenses. Por cierto, casi se me olvida, hoy era su cumpleaños, el del concejal Delgado y el Alcalde le ha sugerido que pagase las cañas del descanso. Por cierto, me ha parecido observar que había decorado su micrófono con algún motivo navideño. Está tierno el concejal. O eso, o me ha fallado el diferido.

Así hemos llegado al descanso del partido. Parón y vuelta al terreno de juego. Más patadas al aire, algún que otro encontronazo. Todo eso entre los bostezos y los cabezazos del que les suscribe esto. Uno no está a esas horas para muchas alegrías, sobre todo cuando lleva dando guerra desde las 06.00 horas de la mañana. Creo que entre bostezo y bostezo me he perdido alguna bufonada del concejal de Educación, Alarico Rubio. Luego se me enfada, pero hoy se ha puesto en plan gracioso y al final nadie ha entendido nada de lo que pretendía, si es que lo pretendía, explicar. Sus ejemplos son para no ponérselos nunca a un niño de secundaria.

Si alguien no ha dado cabezazos y quiere poner luz a nuestra oscuridad, por favor que lo haga. Así tendremos más versiones, más puntos de vista, algo que aquí siempre se agradece.

Por último, también se agradece que hoy hayamos tenido más medios para ver el Pleno a través de Internet. Aunque, lo dicho, uno prefiere vivirlo en el consistorio. Ahí sí que se aprecia el sudor en las camisetas de los jugadores. Desde internet, los que sudan y sufren son los que están al otro lado de la pantalla.