Semana grande de la moda

No sean malpensados. Con el titular no me refiero al desfile de modelos que nos va a ofrecer ELLA, Esperanza Aguirre, durante los próximos días. Aunque también es verdad que estamos en su semana grande. Para empezarla, hoy tiene doblete. Primero inauguracion del curso escolar en un colegio de Robledo de Chavela (bonito nombre de pueblo) y después, a las 12.00 h, visitará el entrenamiento del equipo español de tenis, que disputará este fin de semana la semifinal de la Copa Davis, ante Estados Unidos, en la Plaza de toros de Las Ventas. Sí, el coso taurino se ha convertido en la segunda pista de tenis más grande del mundo, con aforo para 21.000 personas.

Un capricho que nos va a costar a los madrileños, nada más y nada menos, que 1,6 millones de euros. Eso sin contar el coste de transformación de la plaza. Aquí el dinero ha doblegado incluso a la voluntad de los tenistas, que preferían otras plazas más beneficiosas para su juego. Y eso que ganen o pierdan, 300.000 de esos euros, irán para los jugadores. Pero el euro es el euro, sobre todo, cuando son de otros. Este capricho, sumado al capricho, de ver al torero José Tomás en la pasada Feria de San Isidro, les va a suponer un bocadito sabrosito al bolsillo de los madrileños.

Dejamos la pelota en su campo, pero seguimos dando derechazos. Mañana, ELLA, Esperanza Aguirre lucirá en el Debate Sobre el Estado de la Región, con propuestas sobre todo, para reactivar la economía. Veremos.

Pero el plato fuerte, llegará el fin de semana, con el Congreso Regional del PP. Ahí sí que no tendrá sombra alguna. ¿Cómo quedará configurado el Comité de Dirección Regional? Ya veremos. ¿Estará el sr. Gómez, don Jesús entre los elegidos para algún cargo? Creo que sí, pero les mantendré informados.

Perdonen, se me ha ido el santo al cielo, por el titular me refería, a la Pasarela Cibeles, que es algo similar al Debate Sobre el Estado de la Región, es decir, algo que pocos saben para lo que sirve. Lo de la moda es esa afición que tenemos por hacer desfilar a chicas muy guapas, cada vez más delgadas, donde lucen los trajes que casi nadie comprará y, quienes los compren, difícilmente podrán lucirlos.