El negro presente de Telemadrid

Esto es lo único que puede verse en Telemadrid desde las 12.50 h de la mañana. La huelga, que es seguida por el 90% de los trabajadores del ente madrileño según los sindicatos convocantes, ha provocado que su emisión sea un negro técnico.

La dirección del ente se niega a establecer un compromiso sobre un porcentaje mínimo de producción interna de programas y deportes, a cumplir el 75% de puestos fijos en el total de plantilla a una subida del IPC real.

Curiosamente, la dirección no ha requerido servicios mínimos "por respeto a la libertad de elección de los trabajadores y de acuerdo con una sentencia de los tribunales sobre una huelga anterior, que no admitía la consideración de servicio público esencial para la programación de RTVM, aunque dicha sentencia haya sido recurrida y aún no tenga carácter firme".

Ahora, solo puede verse la mosca de Telemadrid y un par de rótulos continuos y que dicen:

- Las programación se reanudará a partir de las 12.00 h del mediodía del miércoles 25.

- Las emisiones programadas para el día de hoy en Telemadrid y Onda Madrid están siendo alteradas por la huelga convocada por los sindicatos CCOO, UGT y CGT, ante la falta de acuerdo en la negociación colectiva y los servicios mínimos.

Ya he comentado en alguna ocasión que me encantaba Telemadrid, me encantaba. Era una televisión necesaria e imprescindible. Ahora, sé que existe porque de vez en cuando me equivoco con el mando. Atrás han quedado aquellos tiempos en los que lideraban la audiencia en la Comunidad de Madrid. Ahora, son el furgón de cola, cada vez con menos audiencia. En el mes de mayo lograron una media de un 10´5%, 3,6 puntos por debajo de la audiencia media de todas televisiones autonómicas.

Esto no es imputable a los excelentes trabajadores que hay en esa casa, por cierto, toda mi solaridad y apoyo hacia ellos. Los problemas vienen, desde hace años, de instancias mucho más altas. No he visto nada igual, con menos sentido objetivo y mayor carga ideológica. Ya es curioso que el adalid del liberalismo, Esperanza Aguirre, sea en todo liberal menos en esto donde si peca por algo es por el intervencionismo político e ideológico. Todavía recuerdo su labor durante la campaña electoral, en las manifestaciones de la AVT o en la jornada de reflexión. La presión que sufrieron los trabajadores fue increíble, ejemplo claro de manipulación informativa y antidemocrática.

Me temo que el futuro negro de Telemadrid se ha convertido hoy en presente.