En la fiesta de Blas

Un martes cualquiera en Leganés

Les propongo un juego, de esos que ya saben que tanto me gustan. Les pongo la letra de una canción y tienen que averiguar entre 10 y 20 segundos a qué acto social, que ha tenido lugar en la última semana en Leganés, me estoy refiriendo. La música la ponen ustedes. Si no lo logran es que no están al tanto. Si lo adivinan y, además, lo hacen en menos de 10 segundos, es que saben demasiado. Vamos allá. Se titula "La Fiesta de Blas".

Me han contado

que Blas está preparando

en casa una fiesta

Sé que irás esta noche

Y que podremos vernos

tú y yo

Estaremos bailando

hasta que salga el sol

que felices seremos

hablando sólo

de nuestro amor,

Que felices seremos

hablando sólo

de nuestro amor,

En la fiesta de Blas

en la fiesta de Blas

Todo el mundo salía

con unas cuantas copas de más...

No me digan que esta vez no se lo he puesto fácil. La cantaba a principios de los 70 el grupo Fórmula V. En concreto la canción es del verano de 1974. Si todavía no saben a qué acto social me estoy refiriendo, les pongo una fotografía tomada en este guateque.

Sí, ahí la tienen, es la presidenta de la Comunidad de Madrid, sonriente, victoriosa, señalando con el dedo (como les gusta sacar a pasear el dedo a los populares en Leganés). Habían pasado tan solo 2 días de su triunfo sobre su íntimo enemigo Gallardón y la ínclita sra. Aguirre aparecía en nuestro pueblo para apadrinar a nuestro adoptado Jesús Gómez (ya con piso en el municipio, algo es algo). Me perdí la fiestecita, pero he tenido muy buenos alcahuetes. Primero, les contaré lo que decían las crónicas oficiales: un centenar, para algunos, un par de centenares, para otros (ya es curioso como se multiplican sus seguidores como si fuesen panes y peces). Nada más llegar, fue recibida por todo lo alto como si hubiese ganado algún título, al otro lado de la calle la esperaba, Jesús Gómez y sus primeras palabras fueron: "¡muy bien!". Evidentemente, fue, es y será un pelota tremendo. Me cuentan que va a hacer buena a la srta. Bragado. Yo no me lo creo. Pero me lo perjuran. Ya veremos, a lo mejor me tengo que comer, una vez más, mis palabras.

Ya dentro, estaba la reinona reinante, el paje-bufón pelotillero, aspirante a no sé qué, pero faltaba alguien. Quién si no, ni estuvo ni se esperaba a la cenicienta saliente. Esperanza Aguirre logró abrirse paso y llegar al atril. Allí arengó a los presentes ante la implacable y perpetua sonrisa del que venía a apadrinar. No cabía en el traje. Había consumado su sainete, despejado el camino y estaba allí como juez y parte de la fiestecita. Vamos era un 17 de enero, pero se llamaba Copa de Año Nuevo..., un poco más y lo hacen en verano.

Se juraron, como en la canción, en una de sus estrofas (que no párrafos), amor para siempre. Ya veremos. De momento, él que llegó de fuera, ya es el jefe de los de dentro. A ver cuanto dura. De momento, ganado el cariño de la ganadora, apunta más alto, en la web del partido ya no nos felicitan las Navidades si no que nos direccionan hacia el JEFE, el que manda o al menos, eso dicen.

Les voy a dejar con un vídeo de un seguidor del PP, un vído creado con tanto fervor popular como mal gusto populachero. Ya podía haber puesto la canción "La Fiesta de Blas". Para la próxima. Antes, para no perder las buenas costumbres, nuestra cita pertenece al escritor norteamericano Joseph Heller, muy crítico con la Guerra de Vietnam.

"En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima".

Joseph Heller (1923-1999)