"El Solitario" justiciero

Jaime Jiménez Urbe, más conocido como "El Solitario", se ha convertido en el hombre que más páginas de periódicos, más minutos de radio y más programas de televisión ha rellenado en el último mes.

Y parece que quiere seguir haciéndolo en el próximo mes. Hoy, su abogado defensor, José Mariano Trillo-Figueroa (el apellido les sonará, sí es el hermano del que fuese Ministro de Defensa con el PP, Federico Trillo-Figueroa) ha dado una esperpéntica rueda de prensa en un céntrico hotel de Madrid. En ella, se ha demostrado que ahora, al delincuente le ha dado por escribir. El abogado, con palabras enérgicas, ha dicho que su cliente se deja patillas porque quiere parecerse o compararse con Curro Jiménez (con el que comparte apellido). Además ha añadido que tiene "un par de cojones".

Lo más sorprendente es que, ahora, al delincuente le ha dado por escribir. En un manuscrito de puño y letra elaborado desde la cárcel portuguesa, "El Solitario" asegura que robaba bancos porque "éstos atacan a los intereses de los españoles". Sus intenciones son liberar al pueblo español. Lo más esperpéntico de todo es que acusa al ex general de la Guardia Civil, Enrique Rodríguez Galindo, y al ex presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por su implicación en la muerte a tiros de un pastor de Zafra (Badajoz) al que confundieron con el atracador de bancos. "Es un asunto sobre el que echaron tierra", ha agregado el letrado.

"El Solitario" dice que no es un asesino y se exculpa de la muerte de dos guardias civiles en Navarra.

Uno no sale de su asombro. No entiende muchas cosas. Lo primero ¿cómo un hombre con rasgos esquizofrénicos ha traído en jaque a la policía española durante una década? ¿Cómo es posible que un hombre con unos métodos chapuceros no haya sido descubierto antes? ¿Cómo es posible que la pista de un pastor diese con el delincuente más buscado en España en los últimos 20 años? La única respuesta que encuentro es que delinquir es fácil y detener o describir a los que delinquen muy difícil. Sólo deseo que la justicia haga eso: impartir justicia. Y que los medios de comunicación sepan cortar a tiempo y poner marcar una línea de separación entre la realidad y los delirios de un hombre que parece tener muchos problemas.