Ni yo, ni muchos, vimos la no entrevista
Saben que soy idealista por defecto y optimista empedernido. Todavía creo en el ser humano por mucho que nos tropecemos y nos caigamos. Anoche tuvimos otro ejemplo, la cacareada (las primeras 2 sílabas también nos servirían) entrevista al que fuese Alcalde de Marbella, Julián Muñoz, se quedó en un enlatado malo. Y la audiencia no respondió. La reina de la telebasura, Telecinco, sufrió uno de los mayores palos de su historia en el horario estelar. Sólo un 11,5% de share o cuota de pantalla lo que significó 1.770.000 espectadores. Un resultado ridículo.
Y ahora llega el lado pesimista. La oferta que ganó fue "¿Dónde estás corazón?" de Antena 3 que según parece hablaban precisamente de la no entrevista de Telecinco. ¿Alguien entiende algo?
La entrevista sólo le ha generado problemas a Telecinco. Además de desembolsar 350.000 euros, ha tenido una campaña en Internet contra la cadena pidiendo a las empresas que retirasen sus anuncios. Y además, la policía ha estado en sus estudios para pedir el contrato con el susodicho alcalde. Los expertos dicen que son los ramalazos de una cadena que está en su cuesta abajo, dominadora en los últimos 2 años de la audiencia a base de productos carroñeros, excepto alguna contada excepción, y que ahora ve como se le acaba un ciclo. El punto final ha sido la historia de las entrevistas a delincuentes condenados como tales. De momento, las dos agua. Una razón más para pecar de optimista.
4 comentarios:
Y es que el mundo de la comunicación va a sufrir la siguiente revolución, o crisis, en el sentido orteguiano de "cambio". Porque a pesar de todos los intentos de conducir al ciudadano a aborregarse, tanta manipulación burda a manos de la última maruja licenciada en mediocridad termina por producirse el hartazgo.
Ya saben cómo los pasteleros han hecho siempre con sus aprendices, permitiendo y aun obligándoles a hincharse de pasteles. Después del empacho, queda garantizado que el empleado no picoteará más, por pura repulsión, los pasteles.
Supongo que va llegando la hora en la que tanta telebasura comienza a hartar al ganado televisivo, por supuesto a velocidad inversamente proporcional al grado de idiocia o estulticia.
Estos movimientos se realizan en muchos años, pero muchos de los presentes veremos en comunicación un panorama muy diferente al actual en el que "se come de todo".
Y qué quieren que les diga, yo me alegro. Aún sabiendo que mi alegría no influye en una evolución lógica y ecológica.
Si no hubiera sido porque los jueces iban detrás del dinero que se iba a embolsar Julíán Muñoz, hubiera habido entrevista y los índices de audiencia se hubieran disparado.
Se equivoca: eso formaba parte del supuesto morbo. Bien se encargaron de restregarnos a la policía en los estudios, para que aún fuera más impactante la declaración de ese delincuente.
Aún así, han fallado las previsiones. Algo está cambiando en las audiencias. Eso se llama crecer y está sucediendo, aunque muy despacio, desgraciadamente.
Si Julian Muñoz hace una entrevista es por cobrar él, no para se lleve la justicia el dinero. Al intervenir el Juzgado, les desbarató todo.
Si no es por esto, la audiencia se hubiera disparado.
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