Fallas en junio y antes de San Juan
Una madre soltera, tres divorciados, paridad entre hombres y mujeres, el nuevo PP ha querido tirar a la hoguera todo lo rancio, prehistórico, predemocrático, casposo del viejo PP y de la corte mediática que lo sostuvo.
Esperanza Aguirre, entre otros, ha aceptado su derrota, de momento. Sabe que ha quedado desactivada y toca bajar la cabeza para esperar otro momento mejor, que lo habrá. Sólo le consuela comprobar como su principal rival, Gallardón, no está entre los elegidos. Aunque ya les adelanto que tan sólo es una quimera, un espejismo, un retiro a la sombra voluntaria para tomar impulso. Y si no al tiempo.
Hay quien dice que, además de la derrota, algunos van a ser tan quemados, cuan falla fuesen, en Valencia y eso que, ni estamos en marzo y que para la Noche de San Juan, tendremos que esperar hasta la madrugada del lunes al martes. Pero puede que hogueras tengamos antes. Y aunque parezca otra cosa, la de la foto, no es una falla, sino la auténtica Esperanza Aguirre, que más que de cartón, se ha quedado de cartón piedra cuando ha visto que alguien a la que ella aupó, María Dolores de Cospedal le ha traicionado y será la nueva Secretaria General del PP. Ya se sabe que Génova no paga a traidores y que esto es más largo que el propio camino a Génova. Pero parece, digo sólo parece, que Rajoy, el eterno perdedor, va a ganar su primer partido, aunque sea uno, y nunca mejor dicho, entre solteros y casados y con un cura de árbitro. ¿Habrá prórroga y penaltis?
11 comentarios:
Ineptu, eres un maquinón.
¿Como no te han dado un premio de periodismo de investigación?, la caña tío. Eres lo mejor que me ha pasado después de google. juas, juas, juas.
No te enfades, no os enfadéis, lo que hago se llama libertad de expresión.
Este blogero tiene fijación con algunos y yo me he fijado en él, es simplemente ley de vida. El efecto boomerang vamos.
Lo mejor de todo la objetividad de ineptu, siempre atento a los problemas reales de los ciudadanos (sin desviar nunca la atención de lo importante), siempre dando la cara (detrás de un nick). Vamos un saco de virtudes.
do you understand me?
Neptu les está haciendo daño.
Neptuno ni caso al liberal ocioso. El si que da la cara, su nick es claro y liberal. Avilés que se te nota mucho. Jesusito no ordenaste a tus chicos no entrar en el blog. No te hacen caso.
¿Desde cuándo los fachas creen en la libertad de expresión? Venga Alambra no sabes ni que está en la Constitución. Pobre Leganés.
Por favor, este humilde blog ha sido hasta ahora un ejemplo de libertad, donde caben todas las opiniones. Siempre que se respeten todos y sin ningún tipo de insultos.
Creo que de los más de 1000 comentarios que me han dejado en las casi 300 entradas en este último año y medio, HE BORRADO 2 mensajes y uno porque estaba repetido.
No me gustaría tener que borrar ninguno más. Pero no me temblará la mano en hacerlo si no se ajustan a las mínimas reglas, en esto sí que soy liberal, de cortesía y respeto.
Gracias a todos por participar. Aprendo de todos.
Un saludo DESDE y POR la izquierda.
Liberal, dedicarle algún post a Rajoy o a Esperanza Aguirre tiene más explicaciones lógicas que la fijación personal de Neptuno.
Siendo Rajoy el aspirante a presidir el gobierno de la Nación y Esperanza Aguirre la presidenta de Madrid, no puede decirse que carece de objetividad quien le dedica algún artículo a los lideres del PP y no se ciñe únicamente a la cesta de la compra, que para liberal han de ser los únicos problemas por los que se interesan los ciudadanos.
No sé si liberal se ha percatado de que este blog actualmente dobla en visitas a cualquier otro de Leganés. Se diferencia de otros blogs en que, aparte de los acontecimientos o problemas locales, opina sobre otros temas de política nacional e incluso internacional.
Ese dato podría servirle a Liberal para saber por dónde van los intereses de los ciudadanos, bastante más amplios que los de la mera supervivencia personal, a los que pretende reducirlos Liberal.
Pues yo creo que neptuno ha hecho una crónica magnífica e irónica, como él acostumbra, sobre lo del PP. He leído casi toda la prensa de hoy, excepto La Razón y Público, imposible digerirlos por los extremos y creo que neptuno no tiene nada que envidiar a otras plumas magníficas de la prensa. Cuenta lo mismo y de forma irónica. Valencia, Fallas, sombra... Magnífico. Y eso que yo soy de los que te meto caña por tu defensa del indefendible, que no indefenso equipo de gobierno de este bendito pueblo.
ATENCIÓN, que ya hay lío otra vez:
Lo publica El Buzón
ASEGURA QUE PUEDE SER ILEGAL
El PP de Leganés dice que el Ayto autorizó el evento de esta noche en Butarque sin pedir licencia a la CM
20 de junio de 2008
D.G.C.
El Partido Popular de Leganés denunció hoy que el evento que prevé celebrar una empresa privada hoy en el interior del campo de fútbol de Butarque carece de las licencias y permisos "oportunos", ya que –según argumentaron sus responsables- el Ayuntamiento no ha tramitado ante la Comunidad de Madrid la licencia precisa para este tipo de espectáculos.
En este sentido, los populares apuntaron a la "absoluta ilegalidad de la apertura" de la macroterraza de verano "Guurú" (que ayer desmintieron fuentes municipales), que prevé esta noche acoger la presentación de una emisora de radio de Dj's, eventó que –según informó el alcalde, Rafael Gómez Montoya (PSOE)- autorizó la comisión de seguimiento del convenio que mantiene la Administración local con el CD Leganés.
Los populares subrayaron que, según la Orden 104994/2002 de 18 de noviembre, "la licencia para la celebración de eventos tiene que ser solicitada con treinta días de antelación a la celebración de los mismos a la Comunidad Autónoma de Madrid".
Al respecto, los responsables del PP aseguraron tener "conocimiento de que dicha solicitud no ha sido cursada", lo cual –según alegaron- no ha sido motivo para que la empresa promotora haya dejado de anunciar "su inauguración, así como la contratación de personal para este fin de semana y sucesivos".
Chop, chop, chop ¡Jope, esto no es tinta es chapapote!. Menos mal que comparto genes con un primo que lucho contra el vertido del Prestige...
¡ Qué país donde se hace oposición a la oposición!. Hay un tufo a totalitarismo... A quien tenemos que criticar es al que teniendo el poder lo hace mal. Y nadie duda de que Aznar lo hizo fatal...pero el zp y sus seguidores tampoco se están quedando atrás.
Yo quiero ayudar a Neptuno, el pobre trabaja demasiado, en su lucha contra las injusticias. No tengo su preparación, pido disculpas, pero como soy un lanzado. Propongo hablar de:
- ¿ Por qué han sean librado de la cárcel los famosos primos?.
- El Tribunal Constitucional.
- Los ministros que actuan como agentes comerciales de determinadas empresas.
- Las mujeres florero que pueblan el gobierno del tio zp.
- La crísis económica de la clase obrera en la España de Zp. ¿ Saben ustedes que el INEM está desbordado?.
- La alta concentración que sufren los medios de comunicación.
- El apoyo del ZP a la SGAE.
- La censura que puebla los blogs de los dirigentes seudosocialistas.
- La macroterraza de Leganés.
- El "utilitario" de Monti. Que pagamos nosotros
Puedo seguir, pero no quiero abusar del espacio que nos brinda Neptuno.
¡ Ni Dios ni Amo! ¡Libertad!.
Recomiendo la lectura del artículo: ¿Hay una vía a la izquierda?
De Joseph Ramoneda en El País de hoy 20 de junio.
TRIBUNA: JOSEP RAMONEDA
¿Hay una vía a la izquierda?
La derecha desea más poder para los poderosos y más dinero para los ricos. Eso da un amplio campo de acción a la izquierda: la defensa del Estado de bienestar, los derechos civiles, la privacidad, la renta básica...
JOSEP RAMONEDA 20/06/2008
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La buena sociedad. "La buena sociedad es aquella en que el entorno social y político permite a los individuos desarrollar una identidad autónoma o una relación positiva consigo mismos". La frase es de Axel Honneth, quizás la voz más interesante que tiene hoy la vieja Escuela de Frankfurt. O sea, que en la buena sociedad los ciudadanos deben poder ser lo que quieran ser, sin pasar por las experiencias dolorosas del desprecio y de la negación del reconocimiento.
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Resulta insoportable que la izquierda se apunte a la humillación de los inmigrantes
La izquierda tiene que preguntarse: crecimiento, ¿para qué?; competitividad, ¿para que? Resulta insoportable cuando la izquierda se apunta a la humillación de los inmigrantes
Los partidos de izquierdas se siguen llamando socialistas cuando a los ojos de la mayoría de los ciudadanos esta palabra representa hoy una idea de sociedad que ni es viable ni es siquiera deseable. Lo primero que tiene que hacer la izquierda, si quiere renovarse, es saber explicar en qué tipo de sociedad piensa. La definición de Honneth me parece un buen punto de partida que pone el énfasis en la plena realización personal. Como recuerda otro filósofo, Kwame Appiah, el cosmopolitismo moderno se basa en que "cada individuo lleva la carga de la responsabilidad definitiva de su propia vida", es decir, de autogobernarse. Crear las condiciones para que esto sea posible y asegurar que seguimos siendo una sola humanidad, debe ser el ideal regulador de las políticas de izquierdas. Dice Avishai Margalit que una sociedad decente es aquella en la que las instituciones no humillan a los ciudadanos. La tarea de la izquierda empieza por aquí: por gobernar para el reconocimiento de todos y con el respeto para todos que exige la más elemental noción de servicio público.
- El liderazgo del cambio. La idea de izquierda sólo tiene sentido si va unida a la idea de progreso y cambio social. La izquierda se vuelve conservadora cuando pierde el pulso del sentido de la historia y siente pánico ante los cambios tecnológicos y científicos. Responde reactivamente y, a menudo, confunde frenarlos con gobernarlos. De modo que la izquierda necesita saber dónde está el progreso, en un doble sentido: ¿qué cambio social es el que nos acerca más a la idea de sociedad que opera como idea regulativa? ¿Cuáles son los agentes sociales de este cambio? La izquierda no puede confundir los instrumentos con los fines. El crecimiento o la competitividad pueden ser el horizonte ideológico insuperable para la derecha, no para la izquierda. La izquierda tiene que preguntarse: crecimiento, ¿para qué?; competitividad, ¿para qué?
La estructura social ha cambiado mucho. Hemos asistido al declive de la noción de clase como factor identitario. Al mismo tiempo, la clase obrera ha dejado de ser una fuerza homogénea capaz de actuar como motor del cambio social. Las mutaciones del capitalismo han pillado a la izquierda a contrapié. Y ésta se mueve hoy en un terreno doblemente ambiguo. En lo social, siente que su suelo es movedizo: las élites urbanas más preparadas para las exigencias del progreso le abandonan a menudo. En lo ideológico, se mueve entre la aceptación incondicional del paradigma liberal y la defensa de su herencia más sólida: el Estado de bienestar. Construir una vía nueva a partir de estas dos bases significa recuperar la iniciativa del cambio, sintonizando con los sectores sociales que pueden devolver a la política la capacidad normativa que ahora está en manos del dinero.
- El reconocimiento. Si el ideal es la plena autonomía del individuo, el reconocimiento debe sustituir a la lógica de la política asistencial. La asistencia es unidireccional, el reconocimiento es transitivo y mutuo y exige políticamente el compromiso de luchar contra todo aquello que obstaculiza la autorrealización individual, es decir, contra los abusos de poder, tanto en las relaciones entre ciudadanos como en las relaciones de los ciudadanos con el Estado y las instituciones.
Las políticas de reconocimiento son esenciales para la izquierda: de ahí la importancia de la ley de matrimonios homosexuales, la legislación de género o las regulaciones masivas de inmigrantes, tres ejemplos del tipo de decisiones de los que la izquierda no se debería avergonzar nunca.
La izquierda ha buscado siempre la manera de encontrar equilibrios sostenibles entre Estado, trabajo y capital. Pero esta contracción del espacio y aceleración del tiempo que llamamos globalización ha generado una sensación extendida de vulnerabilidad, fruto de un desplazamiento masivo de dinero, mercancías, ideas y, en menor medida, personas a través del mundo. Reconocer al ciudadano su derecho a ser como quiera es otorgarle un cierto amparo tanto ante los vértigos de cambio como ante los intentos comunitaristas de determinar su identidad por la vía de la pertenencia a un grupo. Es cierto que la izquierda ha tenido dificultades para entender la complejidad de la economía humana del deseo y, por tanto, para decodificar fenómenos como los nacionalismos o las religiones. También en este terreno tienen que ser efectivas las políticas de reconocimiento, sobre la base del pluralismo y de la crítica a la fractura multiculturalista. Pero la izquierda tendrá siempre inevitablemente una dimensión cosmopolita.
- La radicalidad democrática. Anthony Giddens plantea la renovación de la tercera vía del laborismo inglés a partir de la idea de seguridad. Naturalmente, la sensación de vulnerabilidad que amenaza hoy las distintas condiciones de un ciudadano de identidad polivalente, requiere políticas de seguridad. Pero la izquierda no puede caer en la trampa de explotar el miedo de los ciudadanos convirtiendo la seguridad en ideología como hace la derecha. La seguridad forma parte de las condiciones de desarrollo de una vida autónoma. Y, por tanto, no puede reducirse a la seguridad en sentido policial y militar. Se necesita seguridad jurídica, en el trabajo, para moverse, para asociarse, para la libre expresión, es decir, seguridad de que hay un marco de garantías comunes. La seguridad no puede ser la coartada para un sistema de control social cada día más invasivo.
Años atrás, decíamos que era un régimen totalitario aquél en el que no hay espacio para lo privado. La vida privada está hoy expuesta a la visibilidad, con el consentimiento de los parlamentos democráticos, hasta tal punto que algunos teóricos hablan ya de tiempos posdemocráticos. La izquierda debe ser radical en la defensa de la democracia. Al fin y al cabo, la ley de base democrática es la mejor arma que tienen los ciudadanos para defenderse de los abusos de poder.
- La renta básica. Pero la izquierda, además, no puede abandonar la idea de justicia social. Sin ella, su razón de ser quedaría limitada, convertida en una simple vía complementaria para el proceso de selección de las élites gobernantes. De la idea de justicia social derivan los principios básicos de la tradición socialdemócrata: la igualdad política, de oportunidades, la justicia distributiva. La izquierda no puede hacer seguidismo de la derecha desacreditando el papel del Estado y convirtiendo la reducción de los impuestos en mito ideológico.
Los impuestos no son un fin, son un instrumento. La calidad de servicios y la distribución de la carga impositiva -que no puede pesar sólo sobre los asalariados- es lo que determina el sentido de una política. En este horizonte, el derecho a un mínimo social garantizado, la renta básica, parece la última defensa para que la idea de igualdad tenga todavía sentido.
- El reformismo. Desde que vivimos en un presente continuo, el pasado tiene una función estrictamente mítica y el futuro se ha desdibujado, la izquierda encuentra enormes dificultades para actuar como proyecto de renovación integradora. Cada vez acepta más resignadamente el papel de una de las dos caras de la alternancia en la sociedad democrática, como si su función fuera de actor invitado al juego de las apariencias del cambio para que nada cambie. En este principio de siglo XXI, el espejismo de las aguas tranquilas, que nos dibujaron los discursos de fin de la historia y de la posmodernidad, se ha desvanecido. Estamos en una dinámica de cambio y la izquierda debe intentar orientarla, procurando que ésta no signifique la marginación definitiva de millones de personas. Y haciendo del reconocimiento de todos y cada uno de los ciudadanos su razón política. Por eso, resulta insoportable cuando la izquierda se apunta a las políticas de humillación en materia de inmigración.
El premio Nobel de Economía Robert Solow, analizando las políticas de Reagan, decía que la derecha siempre defiende más poder para los más poderosos y más dinero para los más ricos. En la desorientación actual de la izquierda, a menudo, da la impresión de que esto mismo se podría predicar de ella. Y si seguir hablando de izquierda tiene algún sentido es precisamente para contrarestar esta tendencia. No hay que confundir liderar el cambio social con entregarse en manos de los ricos y poderosos.
Ahora vas y lo cascas a Solbes, Zp y los antiguos de intermoney.
Buena y trabajada intervención. Aunque otro día hablamos de los "buenos" inmigrantes.
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