Solo, arrinconado y con las horas contadas

Me cuentan que a Mariano Rajoy le quedan pocas horas al frente del PP. En el momento que leen estas líneas, por la cabeza del eterno perdedor pasa la idea de dejarlo todo. Está reflexionando y madurando una opinión cada vez más creciente: dejarlo todo ante el cada vez más mermado apoyo de sus compañeros. La decisión de María San Gil de renunciar a redactar la ponencia Política que se presentará al próximo Congreso del partido por diferencias de criterio ha sido determinante. Rajoy creía tener en San Gil a una seguidora fiel de sus ideas, pero se ha equivocado. Esta renuncia ha provocado una tormenta de ideas en la mente de un hombre inseguro, arrinconado, mermado e indeciso.

¿Cuándo lo dejaría? Al parecer eso es lo que estaría pensándose antes de dar el paso, por un lado piensa que es mejor seguir hasta el Congreso del PP, que se celebrará en Valencia del 20 al 22 de junio. La otra idea, es dejarlo cuanto antes, no descarten esta misma semana o más tardar la próxima. Así se cerraría la cada vez más sangrante herida pepera. Y ya saben, que al olor de la sangre acuden raudos muchos tiburones hambrientos. De momento, Gallardón ya se ha puesto el casco por si acaso.



Mientras, en el PSOE se frontan las manos. Ellos también tienen Congreso en el mes de julio, pero un congreso muy diferente. Sonrisas, muchas sonrisas, incluída la irónica de Zapatero.