22 de octubre de 2007

Lamentable, sin más

Es denigrante, vergonzoso lo que van a ver. Un joven ha sido detenido en Barcelona por agredir de manera salvaje a una menor en el metro. Su pecado, el de la joven menor, ser de origen ecuatoriano. No sé, ni entiendo, como puede haber por el mundo gente de esta calaña. Si alguien lo comprende que intente explicárnolo. Se agradecerá...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que resulta más espeluznante es la indiferencia cómplice de todos los que iban en el vagón. Todos mirando al techo, sin el mínimo gesto de indignación o compasión por esa pobre criatura. La indiferencia ante lo que pasa alrededor es el mejor caldo de cultivo para el nazismo.

Anónimo dijo...

El tipo parece que ha sido detenido gracias a la grabación de las cámaras instaladas en el metro.
En principio, casi todos nos oponemos a que se instalen cámaras de vigilancia en las calles, pues se percibe como un atentado a la libertad e intimidad personal. Pero viviendo rodeados de insolidaridad e indiferencia, en un caso como el de esta menor colombiana, de no haber sido porque la agresión quedó grabada, el agresor no hubiera podido ser identificado y ese acto de violencia racista y xenófoba hubiera quedado impune.
Va a llegar un momento en que reclamemos cámaras que nos protejan de agresiones de cualquier psicópata, ante la insensibilidad e indiferencia de nuestros semejantes.

neptuno28 dijo...

Pues totalmente de acuerdo. Es lamentable la acción del sujeto, pero igual de lamentable la actitud pasiva de los que asisten al incalificable hecho de forma pasiva. ¿A dónde vamos a llegar?
Un saludo.