Porque la vida puede no ser maravillosa
Ahí, ahí, ahí... Ahí ¿qué?. Hay del verbo haber. Ahí, adverbio de lugar. ¡Ay! interjección que expresa estados de ánimo. ¿Qué querrá decir este equilibrista de las palabras metido a narrador de fútbol?
Sólo pensar que este jueves tendré que vivir uno de los partidos de fútbol más apasionantes de la liga española soportando los berridos de un sujeto insoportable, se me levanta dolor de cabeza. ¿Dónde está el tierno José Angel de la Casa? Con su voz melosa, con sus silencios interminables, con su escasez de palabras. ¿Dónde está? Como le echo de menos. A cambio ahora tenemos que sufrir a un charlatán verdulero, aspirante a narrador, gritón, maleducado...
Porque la vida puede ser maravillosa. Puede que sí. Sobre todo si dejas de gritar e intentas narrar el partido. Y si puedes no te confundas de jugador, no veas gol en un balón que todos los demás hemos visto salir fuera.
Fútbol con fatatas. Se puede tener menos recursos: no conoce a los equipos, confunde a los entrenadores, no se sabe las reglas de este deporte... y además se cree gracioso. Lo siento pero no le soporto. Es él: Andrés Montes. Ese que cada dos por tres anuncia que si quieres antenízarte llames a un número de teléfono (que nunca se sabe por cierto, la noticia sería lo contrario). Pero si la gente está viendo el partido ya esta antenizada y si está en un bar no te oirá o preferirá agarrar una caña que un papel y un boli. Es él, el que cobra 180.000 euros al año, mientras otros compañeros periodistas de su misma cadena ganan 1.000 euros al mes.
La solución sería fácir: dar al botón donde pone MUTE y escuchar la narración por la radio. Pero que mala suerte. La Sexta emite 3 segundos más tarde las imágenes (el dichoso satélite)... El jueves el satélite podría ser generoso y aceleararse porque si no, ya saben lo que nos espera... ¡Ay!, ¡ay!, ¡ay!... ¡qué dolor de cabeza!
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1 comentario:
I do not speak Spanish well so I just wanted to say thank you for the comment-take care-perez
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